La detención de un individuo es un acto serio que implica restringir su libertad de movimiento por un período de tiempo determinado. Sin embargo, ¿quién tiene el derecho o la facultad de realizar esta acción? ¿Cuáles son las circunstancias que justifican una detención y quiénes están autorizados para llevarla a cabo?
¿Quién puede detener?
Detener a alguien implica restringir su libertad de movimiento por un tiempo determinado. Cualquier ciudadano tiene el derecho de detener a:
- Quien intenta cometer un delito en el momento en que está a punto de hacerlo.
- Al delincuente «in fraganti», es decir, en el momento en que está cometiendo un delito.
- A quien se escapa de un centro penitenciario mientras cumple una condena o espera ser trasladado.
- A quien huye estando bajo detención o prisión preventiva por un caso pendiente.
- Al procesado o condenado que se encuentra en rebeldía.
Cuando un particular realiza una detención, su único propósito es llevar al detenido directamente ante la autoridad judicial. Aunque cualquier persona puede detener en estos casos, esto es una facultad, no una obligación. Por otro lado, la autoridad o agentes de policía judicial están obligados a detener en estas circunstancias, especialmente a:
- Quien esté siendo procesado por un delito con una pena señalada en el Código Penal superior a cinco años.
- Quien esté siendo procesado (o haya indicios racionales en su contra) por un delito con una pena menor a cinco años, pero debido a sus antecedentes o circunstancias, se pueda presumir que no comparecerá ante la autoridad judicial cuando sea llamado.
La detención policial no solo implica llevar al detenido ante la autoridad judicial de manera inmediata, como lo hace un particular, sino que también implica realizar diligencias de identificación y toma de declaración.
En términos generales, no se puede detener a alguien por un delito leve, a menos que la persona no tenga un domicilio conocido o no cumpla con la fianza requerida.
Proceso de detención
La detención de un individuo no es un proceso simple; está rodeado de reglas y procedimientos diseñados para proteger los derechos de todos los involucrados. Aquí te presentamos una visión general del proceso de detención y las etapas que implica.
- Ejecución de la detención
La detención puede ser llevada a cabo por diferentes actores, ya sea un ciudadano común o las autoridades policiales. Las circunstancias que justifican una detención varían, desde el intento de cometer un delito hasta la fuga de un centro penitenciario.
- Duración de la Detención
Una detención, ya sea ejecutada por un particular o por la autoridad policial, tiene un límite inicial de veinticuatro horas, que puede extenderse hasta setenta y dos horas como máximo. Una vez que este plazo expira, el individuo que ha efectuado la detención debe optar por liberar a la persona detenida o presentarla ante el juez más cercano, en un proceso conocido como «puesta a disposición judicial». La omisión de estas acciones constituye un delito de detención ilegal. En casos donde las fuerzas de seguridad retienen a alguien ilegalmente, se puede recurrir al mecanismo del «habeas corpus» para denunciar la situación.
Existen dos excepciones en relación con la duración de la detención: en casos de delitos de terrorismo, el plazo máximo puede extenderse hasta cinco días, y durante situaciones de estado de alarma, excepción o sitio, el plazo puede prolongarse hasta diez días.
- Derechos del Detenido
Cuando una persona es detenida, tiene derecho a recibir cierta información y protecciones específicas, que incluyen:
- Derecho a ser informado de manera inmediata y clara sobre los motivos de su detención y los derechos que le asisten.
- Derecho a informar a un familiar o persona de confianza sobre la detención y su ubicación, en lugar del «derecho a realizar una llamada» comúnmente representado en medios de entretenimiento.
- Derecho a la asistencia de un intérprete si no comprende el idioma en el que se le habla.
- Derechos especiales para los extranjeros, como la comunicación de su detención a la Oficina Consular de su país.
- Derecho a un examen médico.
- Derecho a recibir visitas y correspondencia, excepto en casos de incomunicación, como en situaciones relacionadas con terrorismo.
- Garantías durante la Detención
La detención debe realizarse de la manera menos perjudicial posible para el detenido, prohibiéndose el uso innecesario de la fuerza o cualquier forma de trato degradante.
- Puesta a disposición judicial
Una vez finalizado el período de detención, el detenido debe ser llevado ante la autoridad judicial competente. Esto puede implicar la presentación de cargos formales o la realización de diligencias adicionales para determinar el curso adecuado de acción.
- Evaluación judicial:
El juez revisará la situación del detenido y tomará una decisión sobre su situación legal. Esto puede incluir la imposición de medidas cautelares, como la prisión provisional, o la liberación del detenido bajo ciertas condiciones.
- Proceso legal
La detención marca el inicio de un proceso legal en el que se determinará la culpabilidad o inocencia del individuo detenido. Durante este proceso, se respetarán sus derechos legales y se garantizará un juicio justo.
Derechos de Defensa
La detención implica una imputación, lo que otorga al detenido el derecho a defenderse ante las acusaciones, incluyendo:
- Derecho a negarse a declarar.
- Derecho a no autoincriminarse.
- Derecho a la asistencia legal, que es obligatoria excepto en casos exclusivos de delitos de tráfico.
Una vez que el detenido es presentado ante el juez, este tiene un plazo máximo de setenta y dos horas para decidir si ordena la prisión provisional o si deja en libertad a la persona detenida.
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